Del mismo modo que las uñas sandía, se pintan tres franjas superponiendo un poquito cada una a la siguiente. En este caso he elegido tres tonos de verde.
Cuando estén secas se le añade el detalle de los topitos y terminamos con una capa de brillo.
En este caso aproveché el fondo blanco que tenía el abanico y pinté sobre él las formas en negro. Antes de coger el pincel, dibujé las líneas del diseño con lápiz de grafito negro. Es aconsejable aplicar al menos dos capas de pintura óleo.
Se pintan tres franjas, superponiendo un poco cada una a la anterior. La blanca está hecha con un rotulador de manicura francesa. Cuando se han secado, se añaden las pepitas con rotulador negro.
También puedes usar los mismos colores en diferente disposición, aunque quizá esta vez te recuerde más a la Bella Italia.
¡Alegría y color! Elegimos dos tonos contrastantes para cada uña, excepto para el Pulgar que lleva varios. Gracias a mi sobrina Patri por darme la idea.
Para lograr un efecto de profundidad y volumen es aconsejable, después de pintar las briznas de hierba color verde claro, dar unos toques de verde oscuro a modo de sombras.